Sin la esperanza cristiana, una vida virtuosa parece inútil, dice el Papa

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- El mundo tiene una gran necesidad de esperanza y paciencia, dijo el Papa Francisco en su audiencia general esta semana.

Los que son pacientes "son tejedores de bien. Desean obstinadamente la paz, y aunque algunos tienen prisa y quisieran todo y todo ya, la paciencia tiene capacidad de espera", dijo.

"Incluso cuando muchos a su alrededor han sucumbido a la desilusión, quien está animado por la esperanza y es paciente es capaz de atravesar las noches más oscuras", dijo en la Plaza de San Pedro el 8 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina. Antes de dar su catequesis, el Papa rezó unos instantes ante una pequeña estatua de la Virgen de Luján que estaba colocada con dos pequeños ramos florales a la derecha de su silla.

El Papa continuó su serie de catequesis sobre vicios y virtudes reflexionando sobre la virtud "teologal" de la esperanza.

El Catecismo de la Iglesia Católica, señaló el Papa, dice: "La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo".

La vida sin sentido da lugar a la tristeza y a la desesperación, dijo.

"Y muchos podrían rebelarse" insistiendo en que se han esforzado por ser virtuosos, por ser prudentes, justos, fuertes, templados, dijo el Papa. Declaran: "He sido un hombre o una mujer de fe.... ¿De qué ha servido mi lucha si todo se acaba aquí?".

"Si falta la esperanza, todas las demás virtudes corren el riesgo de desmoronarse y acabar en cenizas. Si no hubiera un mañana fiable, un horizonte luminoso, solamente podríamos concluir que la virtud es un esfuerzo inútil", dijo el Papa.

La esperanza cristiana "no es una obstinación de la que queramos convencernos, sino un don que viene directamente de Dios", dijo. Es una creencia en el futuro "porque Cristo murió, resucitó y nos dio su Espíritu".

"Si crees en la resurrección de Cristo, entonces sabes con certeza que no hay derrota ni muerte para siempre", afirmó.

Sin embargo, dijo el Papa, "la esperanza es una virtud contra la que pecamos a menudo: en nuestras nostalgias malas, en nuestras melancolías, cuando pensamos que las felicidades pasadas están enterradas para siempre".

"Pecamos contra la esperanza cuando nos abatimos ante nuestros pecados, olvidando que Dios es misericordioso y más grande que nuestros corazones", dijo, subrayando que "Dios lo perdona todo; Dios perdona siempre".

"El mundo de hoy tiene una gran necesidad de esta virtud cristiana" de la esperanza, dijo, "como también necesita tanto la paciencia, virtud que camina de la mano de la esperanza".

El Papa pidió a la gente que rece por la gracia de la esperanza junto con la paciencia, para "mirar siempre hacia ese encuentro definitivo; pensar siempre que el Señor está cerca de nosotros y que la muerte nunca, nunca será victoriosa".