El Papa reza para que la gente experimente y comparta la alegría pascual

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Al igual que las mujeres que descubrieron que Jesús había resucitado de entre los muertos y corrieron a contárselo a los demás, los cristianos deberían estar llenos de tal alegría en Pascua que no puedan evitar compartirla con los demás, dijo el Papa Francisco.

"La resurrección de Jesús no es sólo una noticia maravillosa o el final feliz de una historia, sino algo que cambia nuestras vidas y la cambia por completo y para siempre", dijo el Papa el 1 de abril mientras dirigía el rezo del mediodía del "Regina Coeli".

Comenzando por desear a los visitantes de la Plaza de San Pedro una "Feliz Pascua", el Papa dijo que la alegría de la resurrección está por encima de cualquier otra alegría porque "es la victoria de la vida sobre la muerte, esta es la Resurrección de Jesús. Es la victoria de la esperanza sobre el desaliento".

"Jesús ha atravesado la oscuridad de la tumba y vive para siempre: su presencia puede llenarlo todo de luz", dijo el Papa. "Con Él cada día se convierte en la etapa de un viaje eterno, cada ‘hoy’ puede esperar un ‘mañana’, cada final un nuevo comienzo, cada instante se proyecta más allá de los límites del tiempo, hacia la eternidad".

El Papa Francisco rezó para que la paz y la esperanza que brotan de la Resurrección lleguen "donde más se necesita: a los pueblos extenuados por la guerra, por el hambre, por toda forma de opresión".

El Señor resucitado dijo a las mujeres y dice a los cristianos de hoy: "No temáis". "Y si Jesús, vencedor del pecado, del miedo y de la muerte, nos dice que no tengamos miedo, entonces no tengamos miedo, no nos instalemos en una vida sin esperanza, ¡no renunciemos a la alegría de la Pascua!".

La alegría de las mujeres provenía del encuentro con Jesús resucitado y de compartir la noticia con los demás. "¿Cómo alimentar esta alegría? Como hicieron las mujeres: encontrando al Resucitado, porque Él es la fuente de una alegría que nunca se agota", dijo. "Apresurémonos a buscarlo en la Eucaristía, en su perdón, en la oración y en la caridad vivida".

"La alegría, cuando se comparte, aumenta", dijo. "Compartamos la alegría del Resucitado".